lunes, 8 de diciembre de 2014

Definición de didáctica. Agentes implicados en el proceso didáctico.



ORIGEN Y DEFINICIÓN DEL TÉRMINO

La didáctica es la ciencia de la educación que estudia e interviene en el proceso de enseñanza-aprendizaje y define la actuación del profesor para facilitar los aprendizajes de los estudiantes. Su naturaleza es esencialmente comunicativa.

Dentro del proceso de enseñanza, los profesores llevan a cabo estrategias y tácticas. La estrategia es la metodología docente, es decir, el currículum y las orientaciones del mismo. La didáctica se corresponde con la táctica, que es la forma de aplicar esta metodología, los mecanismos que utiliza el profesor para transmitir conocimientos y motivar al alumno.

Su naturaleza comunicativa es importante, pues la relación pedagógica que se da entre el profesor y el alumno es, en esencia, un diálogo.

Este diálogo está presente en el origen etimológico de la palabra, pues desde la antigüedad clásica griega el sustantivo didáctica (διδακτικε, didaktiké) ha sido el nombre de un género literario basado en el propio diálogo. Este género pretendía enseñar, formar al lector. “La República” de Platón es uno de los más célebres diálogos de la historia, en el que el personaje Sócrates trata de transmitir sus conocimientos a sus discípulos dialogando con ellos.

La didáctica se puede clasificar en:

- Didáctica general: se ocupa de los principios generales y normas para dirigir el proceso de enseñanza-aprendizaje hacia los objetivos educativos.

- Didáctica específica: aquella que estudia los métodos específicos de cada materia.

- Didáctica diferencial: aquella que tiene en cuenta la evolución y características del individuo.

El objetivo de docentes y alumnos es lograr determinados aprendizajes. Para ello, los estudiantes deben poder, querer y saber realizar las operaciones cognitivas convenientes para ello, interactuando adecuadamente con los recursos educativos a su alcance.

El empleo de los recursos didácticos, que facilitan información y herramientas para aprender a los estudiantes, suele venir prescrito y orientado por los profesores.

Hoy en día tenemos muchos medios a nuestro alcance para buscar información e instrumentos para procesarla. Hay muchos temas en los que se puede ser autodidacta, tutoriales en internet y datos a los que recurrir en cualquier momento, y no hace falta que los proporcione un profesor. El profesor es necesario en tanto que guía y corrige aquello erróneo. Muchas veces tenemos acceso a tanta información que siempre hay algo que está mal o se contradice. Es bueno que los alumnos se vayan acostumbrando a buscar aquello que les motive y les interese, no deben esperar a que se les obligue a aprender algo o se les proponga fácilmente el temario.

Por tanto, ha habido una evolución en la educación desde la una pedagogía de la memorización y reproducción, centrada en la enseñanza y el profesor, a una pedagogía basada en la indagación, la búsqueda, más centrada en el aprendizaje y el alumno. Se da más importancia a la pregunta que a la respuesta (Beltrán Llera, 2003). Se ha pasado de atender a los productos del aprendizaje a considerar la importancia de los procesos. Es muy importante que el alumno descubra el gusto por la materia que está aprendiendo, y que disfrute haciéndolo.



ELEMENTOS IMPLICADOS EN EL PROCESO DIDÁCTICO

Los elementos que intervienen en los procesos de enseñanza y aprendizaje se pueden clasificar en tres grupos:

- Agentes: las personas que intervienen (profesores, estudiantes) y la cultura (considerando el continente y los contenidos de estos procesos).

- Factores que establecen relación con los agentes: clima de la clase, materiales, metodología, sistema de evaluación...

- Condiciones: aspectos relacionados con las decisiones concretas que individualizan cada situación de enseñanza/aprendizaje.

Dentro de los agentes tenemos:

- El profesor, que planifica las actividades para los estudiantes siguiendo una estrategia didáctica que pretende el logro de determinados objetivos educativos. Al final del proceso realizará una evaluación para ver en qué medida se han logrado.

En el contexto social actual, el papel del docente se debe centrar en ayudar a los estudiantes para que sepan, quieran y puedan aprender. Y en este sentido les proporcionará especialmente: orientación (saber), motivación (querer) y recursos didácticos (poder).

- Los estudiantes, que pretenden realizar aprendizajes a partir de las indicaciones del profesor, mediante los recursos didácticos que tienen a su alcance.

- El contexto. Está formado por familia, sociedad y otros agentes. El ámbito sociocultural en el que se realiza el acto pedagógico cambia muy rápidamente, y es necesario que el profesor tenga capacidad de adaptación y de renovación. Debe hacer una selección de las tácticas educativas más adecuadas para cada situación, considerando todos los elementos contextuales (contenidos a tratar, características de los estudiantes, circunstancias ambientales...).

- Los objetivos educativos y los contenidos que se tratarán. Aquí debemos preguntarnos: ¿quién decide qué se enseña? El currículum nacional tiene una tendencia que está marcada por la política del momento. Cuando hay un cambio político, el currículum cambia, por lo que no se puede advertir si los cambios introducidos por el anterior habían dado buenos frutos. Este problema se viene arrastrando en España durante siglos debido a que los acontecimientos históricos del país han fomentado su continuidad hasta la actualidad.

Los contenidos pueden ser de tres tipos:

- Herramientas para el aprendizaje: lectura, escritura, expresión oral, operaciones de cálculo, búsqueda de la información, técnicas de trabajo individual y en grupo...

- Contenidos: conocimientos culturales teóricos y prácticos necesarios para desarrollar las propias capacidades, vivir, trabajar y participar en la sociedad.

- Valores y actitudes: actitud de escucha, esfuerzo, reflexión y toma de decisiones responsable, participación y actuación social, solidaridad, autocrítica y autoestima… Muchas veces, la educación en valores se produce en un ámbito de educación informal, y escapa al control del profesor. Por eso es muy importante la comunicación del mismo con el entorno y familia de sus alumnos.

Dentro de la transmisión de actitudes, es necesario que los alumnos se formen una visión propia del mundo, un espíritu crítico. En este proceso los profesores son parte responsable, y cobra especial relevancia la relación pedagógica profesor-alumno basada en el diálogo.

No obstante, al alumno le es muy complicado poner en tela de juicio lo que su profesor le está comunicando porque éste se encuentra en una posición de superioridad con respecto al primero.

Para tener una opinión propia de lo que nos rodea, es necesario tener conocimientos y, además, capacidad de análisis. Esto es lo que deben transmitir los buenos profesores en sus alumnos. No se puede esperar que los alumnos sean críticos por naturaleza, hay que ayudarlos a que desarrollen sus propios puntos de vista. Esta tarea entraña infinitas dificultades, dado el hecho de que es muy complicado que el docente no transmita las propias opiniones en el proceso de enseñanza.



REFLEXIÓN SOBRE EL PAPEL DEL PROFESOR

Por todo lo anteriormente dicho, estoy de acuerdo con Hernandez y Sancho (1993) cuando dicen que es importante que el profesorado se forme no solo en su área de especialización, sino en la labor de la enseñanza misma. Esto le permitirá tener los conocimientos suficientes para orientar a su alumnado hacia la toma de decisiones de forma crítica y reflexiva.

El profesor no puede repetir modelos de actuación sin otra justificación que el haber funcionado en otro momento o en otro contexto. Debe renovar los métodos educativos de acuerdo a los cambios culturales que se producen, los adelantos tecnológicos y el tipo de alumnado con el que interactúa. No se puede quedar desfasado.

Además, un buen profesor debe aprovechar la experiencia del aula para ir introduciendo cambios en su estrategia didáctica. Esto se debe llevar a cabo combinando las intenciones previstas con los deseos del alumnado y sabiendo escucharlo y sondearlo, es decir, descubriendo cuáles son sus intereses y modificando la estrategia didáctica para que se adapte a los mismos en la medida de lo posible. Esto último se puede poner en práctica durante el transcurso de una sesión de clase. La actividad práctica de cada día en el aula no puede desarrollarse como si todo estuviese ya previsto.

Con ello lo que lograremos será motivar al alumnado, mantenerlo atento. Pero para ello es necesario que se produzca el diálogo en el que está basada la didáctica. Es necesario un feedback entre el profesor y el alumnado, en el que ambos se enriquecen mutuamente, favoreciendo un clima de aprendizaje mutuo.

En conclusión, es muy importante que recordemos que la didáctica está basada en el diálogo y la interacción entre los distintos agentes que intervienen en el proceso pedagógico. Para alcanzar las metas educativas propuestas es necesario el buen funcionamiento de este diálogo, condición en la cual el papel del docente es fundamental. De él depende no solo la adquisición de conocimientos declarativos y procedimentales por parte de los alumnos, sino la motivación y la educación en valores de los mismos, así como el desarrollo de su espíritu crítico. Esta educación es clave para que los alumnos puedan convertirse en personas capaces no solo de funcionar en la sociedad, sino que les da las herramientas necesarias para poner en tela de juicio aquellos aspectos de la misma que les parezcan cuestionables. Estas personas son las que pueden producir cambios, mejorar la situación actual.

La didáctica es la táctica que elige el profesor para formar a las personas que configurarán la realidad futura.




BIBLIOGRAFÍA

Marques, P. (2001). Didáctica. Los procesos de enseñanza y aprendizaje. La motivación. Recuperado de http://siwev.net/OVAs/paginas/Didacticas/ clasificacin_interna_de_la_didctica.html

Chavez , J. (s.f). Aprendizaje y categorías de una didáctica integradora. (Mensaje en un blog). Recuperado de http://www.monografias.com/trabajos66/ didactica-integradora/didactica-integradora2.shtml

García , F. A. (1999). Las nuevas tecnologías y la comunicación didáctica. Comunicar, 13, pp. 188-194. Recuperado de http://www.monografias.com/ trabajos66/ didactica-integradora/didactica-integradora2.shtml

Hernandez & Sancho (1993). Las decisiones en torno a la enseñanza: el campo del currículum. En Para enseñar no basta con saber la asignatura. Edic. Paidos, (pp. 2 - 54).

Ellsworth, E. (2005). Diálogo comunicativo: control a través de la continuidad. Posiciones en la enseñanza. En Diferencia, pedagogía y el poder de la direccionalidad. Madrid: Astral, (pp. 97 – 118).

Ellsworth, E. (2005). El poder de la discontinuidad: enseñar a través del diálogo analítico. Posiciones en la enseñanza. Diferencia, pedagogía y el poder de la direccionalidad. Madrid: Astral, (pp. 97 – 118).

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