El Krausismo fue una corriente
política, social y educativa. El concepto nace en Alemania y llega a España de
la mano de varios juristas, entre ellos Julian Sanz del Río, que aportó estas
ideas a sus clases en la Universidad Central de Madrid. Esta corriente tuvo
mucha influencia en Holanda, Bélgica y muchos países de Latinoamérica, entre
otros.
El Krausismo se basa en una
visión panenteísta del mundo, una conciliación entre el teísmo y el panteísmo:
el ser humano tiene a Dios por creador de la naturaleza, pero a su vez forma
parte también de la misma. No obstante, los seguidores de Krause eran laicos,
produciéndose así una dicotomía en las creencias.
En cuanto a la vertiente
pedagógica del Krausismo, en 1876 nace la Institución Libre de Enseñanza,
fundado por un grupo de catedráticos, entre los que destacaba Francisco Giner
de los Ríos. En la ILE surge el institucionalismo, presente en los sistemas de
enseñanza posteriores.
Producto de las ideas que se
llevaban a cabo en la ILE nació la Residencia de Estudiantes, como complemento
educativo a la universidad. Por la residencia pasaron personajes tan
influyentes como Dalí, Buñuel y Lorca, que entablaron allí amistad. Seis de los
galardonados con un premio Nobel en España se formaron en ella durante un
tiempo.
La pedagogía basada en el
Krausismo propugnaba una educación armónica (armonía entre los conceptos
que se imparten, importancia de aprender mediante el juego y no mediante la
clase magistral), y general (no solo para ciertas clases sociales).
Otros principios de la
pedagogía krausista son los siguientes:
- Honestidad y ética como
principio de vida. Seriedad intelectual, rectitud personal.
- Estaban a favor de la
libertad religiosa.
- Estaban a favor del
disidente, abogaban por la diversidad de pensamientos.
- Individualidad de la persona.
- Estaban a favor de la
coeducación.
- Se daba mucha importancia a
las materias relacionadas con el arte, como piano, danza, pintura, latín…
- Trataron de introducir el
desarrollo de la creatividad y la espontaneidad por parte del alumno.
Una de las labores más
destacables de los seguidores del krausismo pedagógico en España fue que
intentaron llevar la educación y material escolar a todas las personas, hasta
los pueblos más remotos. Hay que entender que la importancia de esta labor
radica en que, en esta época, la gente no tenía movilidad ni comunicaciones.
No obstante, la aplicación de
las ideas krausistas y la traducción que se hizo de la doctrina en nuestro país
fue tímida y desvirtuaba sus principios. Por ejemplo, debido a una mala
traducción del Ideal de humanidad para la
vida, obra de Krause, se confundía panenteísmo con panteísmo. La doctrina
se había importado de un país que no se encontraba en el mismo punto de
desarrollo ni tenía el mismo marco sociopolítico que España, donde los niveles
de analfabetismo eran alarmantes.
Sin embargo, podemos considerar
que las consecuencias de la implantación de la doctrina fueron todo un logro,
teniendo en cuenta las difíciles circunstancias de la época. No debemos olvidar
que hoy hablamos del Krausismo como una de las principales corrientes
filosóficas del siglo XIX.
En cuanto a sus implicaciones,
tampoco debemos olvidar que las letras y el cambio social (el concepto de
socialismo) no hubieran llegado a España hasta donde llegaron si no hubiera
sido por el Krausismo.
Si algo tenemos que aprender de
esta corriente hoy en día dentro del campo de la enseñanza es a revisar sus
principios, ya que hemos perdido muchos de los antes mencionados. Deberíamos
hacer una revisión de estos conceptos y reintroducirlos en nuestros sistemas
educativos.
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